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miércoles, 20 de noviembre de 2013

El Core de Distribución


 
El objetivo de Distribución es el de cumplir con el cronograma de entregas a los clientes en general. No hablaremos de cantidades puesto que eso es más atribuible al almacén.
El dilema de distribución es que es un área de la que se espera que haga MAS con MENOS dinero y siendo realistas diremos que se espera que haga TODO con NADA. Es precisamente esa medición de la que es víctima la que finalmente termina distorsionando el objetivo inicial.
“Dime cómo me mides y te diré cómo me voy a comportar” decía Goldratt y tenía toda la razón. Si mi indicador de eficiencia será el gasto en fletes pues es seguro que intentaré reducirlos al máximo mediante la consolidación de mercadería. Esta consolidación de carga minimiza el espacio libre en las unidades (falso flete) y, por ende, maximiza el rendimiento del gasto hecho: “a más unidades menor flete unitario”. Cuál es el problema de este enfoque que a todas luces parece lógico?
 

Como podemos apreciar hemos pasado de una necesidad de cumplir con un cronograma de entrega a clientes (que responde a un lead time acordado) a consolidar carga a fin de minimizar el gasto en transporte.

Esto recuerda el caso de una empresa Courier en Europa (años atrás). La empresa se comprometía a entregar dentro de las 24 horas a cualquier punto en Europa más la realidad es que estaba tomándose cerca de 72 horas en promedio. Qué pasó? Al hacer las indagaciones notaron que al equipo de transporte aéreo se le medía con indicadores de gasto respecto al volumen transportado.

En consecuencia, a pesar de poder salir el mismo día se tomaban dos días más para que el avión saliera con una carga mayor. De esta manera el indicador local iba de maravillas más la empresa afrontaba un serio problema de credibilidad con los clientes por la diferencia entre la promesa de entrega y la realidad.

Para concluir debemos entender que el core de Distribución debe ser el de cumplir con el cronograma ofrecido a los clientes con el menor gasto posible. Esto no impide que se puedan consultar cambios con el cliente respecto a las fechas comprometidas, más en general podemos decir que ninguna reducción al gasto puede tomarse como positiva si compromete el Nivel de Servicio.
Nunca perdamos de vista el objetivo real. Más para no perderlo de vista primero debemos tener claro cuál es.
-.-.-
 

jueves, 31 de enero de 2013

El Valor de la Experiencia




La experiencia es el conocimiento que se gana al ejecutar una labor. Dejando de lado el hecho de que se puede ejecutar mal una labor, y ganar experiencia poco útil (salvo para no repetirla), se aprende más cuándo más problemas se presentan. Evidentemente si un mismo problema se repite es que no ha habido la capacidad de resolver la causa del problema y sólo se han atacado las consecuencias del mismo.

Ahora bien, al encontrar una solución se genera un modelo, un paradigma. Una buena gestión de la experiencia permite recurrir a estos paradigmas a manera de consulta o referencia y no como fórmula indiscutible de solución. El gran error es creer que un modelo de solución funcionará siempre bajo cualquier circunstancia.

La experiencia está ligada a diversos factores como:

  1. La complejidad de la tarea. No tiene mayor relevancia la experiencia en una labor de baja complejidad.
  2. Cantidad de variables en juego. La misma tarea puede ser más enriquecedora y desafiante si se realiza en un entorno donde existan más variables a considerar. Por ejemplo: las expiras en la gestión de perecibles.
  3. Dinámica de las variables. Comportamiento de las mismas,  interrelación entre ellas, rangos en los que varía su intensidad/influencia. Empleando el ejemplo anterior tenemos que no es lo mismo la expira de productos farmacéuticos que la de los alimentos debido a que el primero es en meses, y hasta años, mientras que el segundo puede ser hasta de unas cuantas horas.
  4. Tiempo Óptimo. El tiempo necesario para enriquecer nuestra experiencia depende de la facilidad que tengamos para aprender. Hay quienes viendo lo mismo - varias veces -  no terminan de comprender por completo el motivo por el que ha funcionado la solución y, de otro lado, hay quienes con sólo leer un caso pueden asimilar dicha experiencia tal como si la hubieran vivido.
  5. Diversidad de coyunturas. Hacer la labor en distintas empresas durante un tiempo óptimo permite conocer otras realidades y brinda mejores reflejos pues nos dota de mayores elementos de juicio. Es válido desarrollar la misma labor en la misma empresa siempre  que haya habido condiciones cambiantes a lo largo del tiempo. Aunque el aporte de esta última experiencia difícilmente podrá igualar a la primera. Si bien el desarrollo de una labor puede cambiar en el tiempo (haciéndose más compleja) es difícil que dicho cambio se iguale al cambio de realidad experimentado al pasar a otra empresa.


La experiencia es directamente proporcional a la cantidad de situaciones que hayamos podido enfrentar y comprender. Tomen en cuenta que no he mencionado el enfrentar satisfactoriamente las mismas puesto que más importante que salir airoso de un problema es comprender el problema y, esencialmente, entender el porqué del resultado (sea positivo o no).

Resumiendo, la experiencia no se cuenta por los años. Ciertamente, hasta sería preocupante tener demasiados años haciendo lo mismo pues nos exponemos a crear paradigmas definitivos de solución y a cegarnos a realidades distintas.

Recuerdo que alguna vez conversaba con una de las ingenieras de mi equipo y quedó impresionada al enterarse de que yo tenía quince años de experiencia en temas logísticos. Tras ver su expresión añadí: “Por cierto, que no te impresione el tiempo porque puede ser que sólo me haya servido para aprender cosas inútiles. La experiencia no se mide por CANTIDAD sino por la CALIDAD de la misma”.

Eso de "yo tengo quince años de experiencia" puede sonar a mucho pero en la realidad, llevado a valor presente, simplemente puede ser nada. Puedo haber estado toda una vida haciendo lo mismo y, sin embargo, alguien que apenas tiene pocos años de experiencia laboral puede tener más visión para comprender una situación y, por ende, ofrecer mejores alternativas de solución.

La experiencia no es una variable CUANTITATIVA sino CUALITATIVA. Y, mientras no tengamos claro eso, seguiremos escuchando a quien no deberíamos.

Y obteniendo los mismos resultados de siempre.

-.-.-


miércoles, 30 de enero de 2013

El Sentido Común




Criterio, lógica, sentido común... sinónimos del mas escaso bien del planeta... hoy por hoy, en el competitivo mundo profesional, tenemos muchos cartones (diplomas) de diferentes colores (instituciones) y cada cual más impactante que el otro más valdría la pena preguntarnos cuánto criterio nos brinda una universidad?, cuánto de sentido común nos da un grado académico?

Hace poco, entreviste a una estudiante para un puesto de practicante en mi área. Cuándo mencionó la universidad de la que venía le dije "esa universidad no es buena" mientras revisaba unos correos en la laptop. Tras la pausa que se hizo pregunté "que crees tú?" y me respondió: "la universidad no hace al alumno". Luego de eso le dije: "que bueno, yo también estudie la misma carrera en esa universidad y pienso lo mismo que tú".

Y es cierto! los cartones no implican mejores profesionales. Seguimos jugando a elegir o juzgar quien es mejor profesional es función de los cartones y los lugares donde se obtuvieron. Acaso eso es lo relevante? parece que estuviéramos a la caza de rangos y no de soldados, detrás de la forma y no del fondo. No necesitamos alguien que llene nuestros ojos sino alguien a quién podamos confiarle la labor a desempeñar.

Y para ello es importante buscar actitud, gente con criterio, con sentido común... y tengamos presente siempre, que el sentido común, es el menos común de los sentidos...