La
experiencia no vale por los años sino por la calidad de la misma. Tener muchos
años en el mercado laboral no implica nada pues se puede tener mucha
experiencia en planificar mal las cosas (o peor aún que es no planificar),
gestionar mal un equipo, tomar malas decisiones, etc. Entonces que define el
valor de la experiencia? Es simple, el valor de la experiencia está dado por la
CALIDAD de la misma.
Es
sorprendente la cantidad de empresas que aún hoy filtran candidatos en base a
los grados académicos o a la experiencia en el puesto cuando en la práctica eso
puede no valer nada. Para fines prácticos podríamos aceptar que un profesional
promedio de la U. de Lima debe ser mejor que uno de la U. Agraria, sin embargo,
tenemos la garantía de que al elegir uno de cada universidad ese será el
resultado? Sólo son probabilidades y a la hora de la hora vale la pena
esmerarse en los factores que marcan la diferencia.
A
fines del 2011 me tocó realizar una nueva selección de personal para mi área,
recuerdo que en la terna final una de las candidatas estaba sumamente nerviosa,
no tenía experiencia previa en Logística y no realizó una buena presentación a
diferencia de los demás. Sin embargo, a pesar del nerviosismo siguió adelante,
rescaté la actitud mostrada y tome la decisión en base a ello.
Los
primeros meses fueron malos. Una seguidilla de errores – diferentes – pero
errores al fin y al cabo (tanto de ella, como de las áreas clientes y del
propio método de trabajo) estaban planteando serias dudas respecto a la
elección. Más siempre debemos tener claro que los resultados son
circunstanciales, es decir, un mal resultado no implica un mal equipo o un mal
profesional así como tampoco un excelente resultado implica que se trate de un
gran profesional o equipo. Los resultados son circunstanciales, lo que importa
es la actitud.
Y,
precisamente, las aptitudes y la actitud que fueron los motivos de peso para la
decisión inicial dieron sus frutos unos meses después. El crecimiento fue
espectacular, de dominar el puesto a la comprensión del proceso y de allí a ser
líder del mismo. El dominio del proceso fue de la mano con la seguridad en su
accionar y en la consiguiente toma de decisiones. Finalmente fue quién
gestionaba el proceso de planificación del abastecimiento a los puntos de
venta.
Actualmente
está trabajando en otra empresa que reconoció en ella lo que ahora era
evidente: el talento. Y, dicho sea de paso, ofreció muy buenas condiciones para
ello.
Es
necesario que quienes tenemos la oportunidad de realizar la selección nos
tomemos en serio la labor puesto que redundará definitivamente en beneficio del
proceso y de la empresa. Todo el esmero puesto en la selección se verá
recompensado con creces si lo hacemos bien.
-.-.-
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